Sol había estado muy atenta de lo que estaba pasando con su hermano y los piojos, había visto que mamá se había enfadado al principio pero que después se le había pasado y que Marcos iba a pasar la tarde con mamá y ella iría al colegio y se perdería las fantásticas tortitas con sirope de fresa.
Sol quería pasar la tarde con su hermano y su mamá, así que decidió imitar lo que le pasaba a Marcos, se sentó a cenar en la mesa y comenzó a rascarse la cabeza todo el rato. Cuando mamá vio que Sol se rascaba la cabeza, solo la dio un beso y la dijo mañana te vienes con nosotros, vamos a desayunar todos tortitas y después nos libraremos de los piojos.
Sol estaba muy contenta, había conseguido lo que quería, lo que ella no sabía es que ahora la pioja Margarita y todos sus hijos, estaban pasando unas agradables vacaciones en su cabecita porque a la hora del baño había utilizado la misma toalla que Marcos y Margaríta había cambiado su lugar de veraneo por otra cabeza, más limpia y más tranquila ;)
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