Normalmente el pelo muy rizado o mucha cantidad de pelo dificulta el trabajo de acabar con los piojos y sobre todo con las liendres, por otro lado si el pelo es muy rubio las liendres son difíciles de erradicar y en cabellos oscuros lo complicado es acabar con los piojos ya que saltan pero es difícil por no decir imposible atraparlos. En estos casos la mejor arma que hay es la paciencia, también hay champús que ayudan a adormecer o atontar a los piojos de forma que al no moverse es más fácil acabar con ellos.
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Otro caso muy frecuente, es que nos olvidamos de lavar todas las mantas, toallas, cepillos, gomas del pelo y esponjas con las que los niños han podido tener contacto esto lo que hace es contagiar una y otra vez a todos los miembros de la familia.
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